Inútil

Vivimos en un mundo físico. Vivimos en el mundo del material. No pretendo con ello ofrecer un panorama absoluto de lo que nos rodea, es tan solo una de las facetas que más destacan. El ser humano piensa, siente, recuerda, sabe, razona. Pero en los tiempos que vivimos no sería descabellado afirmar que el humano piensa tanto como usa. Muchos de esos objetos que utiliza se convierten en pequeños almacenes donde el humano guarda parte de su consciencia, su historia y, por consiguiente, su identidad.

Lo inútil, todo aquello que ya no ocupa un lugar práctico en nuestra vida, es una de esas paradojas con las que el humano debe convivir en este mundo físico, en este mundo material. Esas cosas pobres en utilidad pero ricas en contenido afectivo suponen todo un desafío para la propia definición del concepto.

Espacio Menosuno explora la desenfocada frontera que separa lo imprescindible de lo obsoleto con su segunda edición de Inútil. Una colección de obras de jóvenes artistas que relatan con sus trabajos la profundidad que esconden las cosas a las que no damos un valor material. Los tenedores no nos sirven para comer una sopa, y una bombilla vestida…¿cómo cumplirá su misión? Es en la ironía donde podemos ver tal utilidad. Un círculo de pequeños zapatos viejos cobra un nuevo significado cuándo su autor (y propietario), Cristian Guardia, relata que estuvieron encerrados en un arcón más de veinte años, guardados simplemente por el valor sentimental.

“Mi proyecto es crear una raíz, una red en la que la persona pueda plasmar en la ciudad cualquier cosa que piense o sienta. Esa red se va extendiendo horizontalmente, una raiz de la que brota cada escultura como una expresión sobre lo vivido, sobre los cambios”. Así habla Jorge de la Cruz de El hombre rizoma expuesto mediante video en Inútil, pero cuyo lugar original son las calles madrileñas dónde el artista da forma y expone unas esculturas cuyo destino es efímero. “Mi obra es una crítica, una paradoja en la que la expresión, útil para el individuo, puede considerarse inútil para el colectivo”

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Espacio Menosuno abrió sus puertas en 2005 como un lugar dónde los jóvenes artistas podrían encontrar un espacio físico dónde exponer y trabajar al margen de las galerías. Amparo Pérez, coordinadora de esta segunda edición de Inútil, afirma que se trata de un espacio multidisciplinar y en el que colaboran jóvenes artistas de varias nacionalidades: “Es difícil montar un espacio, porque las ayudas de la Comunidad de Madrid son bastantes limitadas”.

Inútil puede visitarse desde el 23 de septiembre hasta el 10 de octubre en Espacio Menosuno en calle Palma 28.

Isaias R.

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